Cualquier especie sembrada para ser cortada e incorporada al suelo es un abono verde. Las más usadas son las leguminosas porque captan nitrógeno del aire y lo ceden a la planta a través de bacterias que forman nódulos o pequeños tumores en las raíces. En el país no hay tradición en el uso de abono verde, sin embargo, por iniciativa de empresas semilleras hace unos años se ha estado sembrando y utilizando la leguminosa anual sunnhemp (Crotalaria juncea). El profesor Marcano en su libro Plantas Venenosas en la República Dominicana registra las crotalarias como tóxicas, pero se pueden utilizar como forrajes al 50% sin ningún peligro. Los potreros dominicanos están llenos de crotalarias con similar nivel de toxicidad a sunnhemp (hay 6 especies: retusa, incana, pallida, sagittalis, spectabilis y verrucosa); todas son de baja palatabilidad, quizás por esta razón hay pocos reportes de intoxicación con estas plantas. De
estas crotalarias sunnhemp es la más productiva, capaz de fijar al suelo en cada ciclo 165 kg de nitrógeno por hectárea, que equivalen a 50 libras de urea por tarea.
Brasil, país líder en producción de semillas en el trópico americano, es pionero en la utilización de abono verde. Con este propósito siembran algunas gramíneas: sorgo, milleto y hasta teosinte (Zea mexicana), sin embargo, el uso de leguminosas es más extendido. Las más populares entre las anuales son guandul, canavalia, mucuna o frijol terciopelo, caupi y las crotalarias. Las perennes de uso extensivo son: soya forrajera, clitoria, calopo, maní perenne y kudzú tropical. En Brasil es común la agrofostería; en 2019 lanzaron al mercado semillero la braquiaria Integra (Urochloa ruzisiensis BRS Integra) destinada a sistemas integrados de cultivo, ganadería y silvicultura (ILPF); esta braquiaria es útil para rotación en cultivos como soya, habichuela, hortalizas, yuca, maíz, guandul, etc., actividad común en ese país para mejorar suelos y obtener mejor aprovechamiento de la tierra, es decir, sostenibilidad.
¿Cuales se pueden sembrar en el país?
Todas, solo hay que producir semillas a nivel nacional. Osmar Benítez está dando el ejemplo, quiso comprar semillas de clitoria en el exterior, aunque pagó por adelantado no encontró; está recolectando a nivel local con el apoyo de Benito Ciriaco; ya tienen más de cuatro quintales y van para más.
En la década del 70 Fernando Cueto observó que novillos cebados en rastrojo de maíz en Luperón ganaban peso asombrosamente. Se comprobó que se debía a que azulejo, una variedad naturalizada de clitoria invadía los campos de maíz como arvense (mal llamada maleza) y contribuía significativamente a esas extraordinarias ganancias de peso que el registró.
Al IDIAF debían apoyarle para producir semillas, sobre todo de clitoria que tiene un valor nutritivo similar a la alfalfa; el IDIAF ya lo ha hecho en el pasado con esta y otras especies.
¿Para abono verde o forraje?, habría que preguntarse, ¿y por qué o? Todas son de doble propósito y hasta de triple uso como caupi y guandul, utilizadas además para consumo humano.
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Clitoria como cultivo de cobertura en plátanos y empacada como heno. Fotos cortesia de Benito Ciriaco
Suelos de baja fertilidad
La mayoría de las siembras en laderas se hacen sin tomar medidas para control de erosión. El Bagrícola tradicionalmente ha financiado cultivos anuales sin exigir prevención; en todo el país hay miles de tareas erosionándose paulatinamente con pocas acciones de control o prevención.
Entre las especies recomendables para estos suelos ya erosionados están: guandul, canavalia, mucuna y Chamaecrista. De guandul tenemos semillas locales e importadas desde Brasil, canavalia es producida en cantidades limitadas; Ira Richard, un gringo colaborador con el país, trajo semillas de mucuna aquí y llevó a Haití pero ninguno de los países “le puso asunto”, habrá que importarlas de nuevo. De Chamaecrista hay 2 especies en el país, solo hay que producir semillas para distribuirlas.
Otras leguminosas promisorias para este propósito (abono verde y forraje) son siratro, indigo y ajai, naturalizadas en el sur, línea noroeste y otras regiones del país; se debe tomar en cuenta sesbania, también naturalizada aquí, aunque con escasa población. Sesbania es una arbustiva utilizada masivamente en campos de arroz en el sudeste asiático por su alto valor nutritivo como forraje y resistencia a suelos arcillosos. En Costa Rica utilizan canavalia, mucuna y caupi para rotar con arroz. Se deben hacer esfuerzos para introducir las leguminosas Progardes, un blend (mezcla) de tres desmodios y una variedad de indigo (Indigofera zollingeriana) que hace furor en Australia, Asia y África por su alto valor nutritivo (27 a 31% de proteína y hasta 80% de digestibilidad). El CIAT tiene una colección de Gronas (ex Desmodium) que han probado ser excelentes en China como forrajes y abono verde, registrando producciones de 200 a 300% superiores al calopo tradicional
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La adaptación al país de la mayoría de estas leguminosas recomendables para forraje y abono verde ha sido comprobada por el IDIAF en décadas pasadas.
A continuación, se presenta una guía de siembra (no exhaustiva).
Guía para siembra de leguminosas de cobertura
Especie | Semillas/m2 | Libras/tarea | Distancia entre hileras (cm) |
Guandul | 40 | 3 – 4 | 50 – 60 |
Caupi | 50 | 4 – 6 | 30 – 40 |
Sunnhemp | 55 | 3 – 4 | 30 – 40 |
Canavalia | 10 | 15 – 20 | 30 – 40 |
Mucuna | 15 | 1 0 – 15 | 40 – 50 |
Soya perenne | 80 | 1 – 2 | 40 – 50 |
Clitoria | 50 | 2 – 4 | 40 – 50 |
Kudzú | 50 | 1 – 2 | 40 – 50 |
Calopo | 50 | 1 – 2 | 40 – 50 |
Aunque no se describen aquí, en otros países utilizan leguminosas arbóreas y arbustivas como forraje, abono verde, rompe vientos y barreras contra erosión: leucaena o granolino, piñón cubano, cha-chá, sesbania, amapola y hasta caliandra. A esta última la odian en el Ministerio de Medio Ambiente y en La Academia de Ciencias, mientras tanto está colonizando vastas áreas del país; en vez de criticar se debe promover el consumo de caliandra en rumiantes porque contiene más de 20% de proteína y taninos que reducen la producción de metano en rumiantes; además está por todos lados en zonas lluviosas. Caliandra es nativa de Guatemala, los holandeses la llevaron a Indonesia como fuente de forraje, leña y abono verde, allá ha colonizado el 100% de las islas. En Haití está en zonas montañosas pero no ha invadido porque la utilizan intensivamente para leña, carbón, forraje y hasta para abono verde.
Lidio Martínez Cairo
Información cortesía de “SENDERO AGROPECUARIO”